La adolescencia es una fase complicada, y no solamente para los hijos. Los padres se enfrentan a una serie de desafíos económicos debido a que los hijos gastan más. El colegio aumenta de precio, y con ello todo el material escolar relacionado, al igual que las actividades de ocio y las extraescolares. Por no hablar de gastos relacionados con el cuidado personal o la salud, que en estas edades se vuelven más habituales.
La mesada debe renegociarse periódicamente, de manera que se ajuste a las necesidades de los hijos en cada etapa. Es necesario que en esta fase los prepares para su independencia económica, y para ello es recomendable que le subas la mesada para que ellos mismos asuman más responsabilidades sobre sus necesidades personales y administren sus gastos en temas de los que hasta ahora te ocupabas tú. A más mesada, más independencia, pero más responsabilidad.

Independencia y objetivos
Darle la oportunidad a tu hijo para que se sienta independiente a la hora de gestionar su dinero le facilitará la difícil travesía que significa, para él y para ti, la adolescencia. Tú le estás dando un voto de confianza en un momento en el que se creen capaces de todo por sí mismos, y éste será un buen incentivo para que trabajen su planificación personal. Ten presente que un buen instrumento como la mesada, si se utiliza mal, puede conllevar consecuencias negativas. Recuérdale que la mesada no solamente debe servir como fin (costear su creciente independencia), sino también como medio (el aprendizaje de la disciplina con el dinero).
Si sólo lo tiene en cuenta como un fin, tu hijo podrá tender a pensar que lamesada es un derecho adquirido que nada tiene que ver con un presupuesto familiar. Hemos hablado de utilizar la figura del préstamo, pero si tu hijo hace un mal uso o incluso abusa de esta figura, retira la práctica durante un tiempo. Explícale que en la vida real, la de los adultos, es decir, aquel mundo al que tu hijo quiere pertenecer, los bancos te cierran la llave del crédito si consideran que no tienes capacidad de devolver el dinero prestado o si ya tienes muchas deudas.
Consejo práctico
Otra práctica recomendable y que utilizaban nuestros abuelos era la de los sobres. Si tu hijo tiene dificultades para organizarse el dinero de la paga para las diferentes necesidades, enséñale a dividir su mesada en diferentes sobres, uno para cada necesidad (salir a tomar algo con los amigos, cine, libros, música, etc.).
La gracia de esta técnica es que, a medida que tu hijo vea que el dinero de uno de los sobres se acaba, será más consciente de que cada vez tiene menos y que debe racionalizar lo que le queda y sacrificar y valorar alternativas. Si te decides por esta opción recomiéndale que uno de los sobres sea de ahorro, es decir, aquella parte que no tocará y que acumulará por si en un futuro tiene una necesidad de consumo superior a lo habitual.
¿Qué consejos podrías darle a otros padres que están enseñando la importancia del dinero en la adolescencia a sus hijos?
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